Recuerdo aquel día en el que por casualidad me confundí de compañera al irme en el recreo, era nueva, un poco tonta, no sabía quien era quien, pero entonces tu estabas con la que me fui, me caíste muy bien, desde el primer momento en el que te vi, supe que ibas a ser muy buena conmigo. Puede que tuviéramos nuestros enfados pero siempre nos hemos perdonado. Tres años contigo fueron suficientes para que te cogiera un cariño impresionante.
Y debo decirte que, aunque estés lejos y no nos vallamos a ver, o eso creo, que yo siempre te llevaré en mi corazón y que nunca te olvidare. Espero que seas feliz y que tu tampoco te olvides de mi.
Para una amiga muy especial.
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