martes, 14 de febrero de 2012

Irme y no volver jamás.

Si, quiero desaparecer... Pero no del mundo, si no del instituto en el que me encuentro ahora mismo. Porque todos son iguales. Entrar por la puerta, segunda a la derecha, roja como un tomate, girar la cosa esa de las puertas, ¿se puede pasar? Si, claro que si... Entras, te miran, él te mira... Intentas no cruzarte con su mirada... Cuchicheos, risas, miradas... Solo porque entra una persona insignificante para el resto de la clase se arma todo eso. Y esa persona, lo pasa mal, quiere gritar, llorar, pegarle dos ostias a él... Maldita sea, odio San Valentin... Uf, ¿es que tengo monos en la cara? Que asco de día... Miradas contra ti, risas...
Con una cara de tonta mirando por la ventanilla de mi coche, todos miran como estoy llorando. Las lagrimas corren por mis mejillas, recuerdos, recuerdos pasan por mi mente de este ''maravilloso'' día de febrero. Malditas lágrimas. Por primera vez agradezco no haberme puesto rimel, porque si no, lo tendría corrido por toda la cara. Solo tengo una solución, irme, lejos, a algún lugar, el que sea, pero no volver a ver nunca la cara de estos elementos que me hacen sufrir día y noche. Cambiar mi vida por completo... Llegar a tu casa, y solo pensar en llegar a tu cama para incharte a llorar...

Nunca había tenido un día tan asqueroso como este.

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